EL BARZÓN. (AMPARO OCHOA). GABINO PALOMARES 1995

Gabino Palomares Gómez nació en Comonfort, Guanajuanto y estudió ingeniería química en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. En 1972, presenta su primer espectáculo: “Poemas y Canciones” y triunfa en los Festivales de la canción universitaria de 1972 y 1973. En 1975, se traslada a la Ciudad de México y comienza a cantar en peñas, bares, universidades, colonias populares, plazas públicas, sindicatos y pequeños teatros. Destacan sus presentaciones en La peña Tecuicanime y El mesón de la guitarra. Aquí conoce a la cantante sinaloense Amparo Ochoa y al cantautor Salvador “Chava“ Flores, con quienes entabla una profunda amistad. A lo largo de su carrera, Amparo Ochoa grabó e interpretó varias canciones de Gabino Palomares, entre ellas “La maldición de Malinche” y “¿Quién tiene la voz?”. Por su parte, Gabino Palomares ha grabado e interpretado muchas de las canciones de Salvador “Chava“ Flores, algunas de ellas contenidas en el álbum Gabino Palomares interpreta a Chava Flores (2010). En poco tiempo, Gabino Palomares se consolida como uno de los máximos exponentes del Canto Nuevo y comienza una importante carrera internacional. En 1978, aparece su primer LP, La maldición de Malinche, en él cual se incluyen tres de sus canciones más representativas: “La maldición de Malinche”, “A la patria” y “La letanía de los poderosos”. En palabras de la musicóloga Jan Fairley, “La maldición de Malinche” es “una de las canciones más importantes de América Latina”. El 6 de noviembre de 1978, Gabino Palomares participa como actor, cantante y compositor en el estreno de la obra El extensionista de Felipe Santander. De ahí surgirá, en 1985, su álbum El extensionista. En 1980, Palomares graba su Segundo disco: Fabricando la luz. Su labor como cantautor y luchador social hacen que en 1982 sea elegido, en Cuba, Secretario General del Comité Internacional de la Nueva Canción, puesto que ocupará hasta 1988. A partir de 1980, la carrera de Gabino Palomares prospera, participando en giras y festivales internacionales en Argentina, Cuba, El Salvador, Estados Unidos, Canadá, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, República Dominicana, Perú, Costa Rica y Alemania. En México, se presenta en escenarios tales como el Palacio de Bellas Artes, el Auditorio Nacional, el Teatro de la Ciudad y el Palacio de los Deportes. Entre 1984 y 1989 graba los discos: Hace como un año (1984), No te creo nada (1987) y ¿Qué vamos a hacer? (1989). En 1991, graba el álbum Canciones contra la Guerra en respuesta a la invasión estadounidense a Irak. Luego de un largo silencio dicográfico en el que no obstante continuó su trayectoria musical y social, Palomares graba en el año 2000 el disco Historia cotidiana en el cual se incluye la canción “Espejos de mi alma“, dedicada al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, así como la canción “Hermosísimo lucero“, un homenaje personal a Amparo Ochoa.