¡Civilizados y racistas!

El siniestro fenómeno del racismo se ha presentado de diversas formas a lo largo de la historia: desde los tiempos en que los antiguos griegos consideraban a los no griegos inferiores e indignos de libertad, hasta el período en que los traficantes de esclavos llenaban sus barcos de negros africanos para levantar con su sangre Estados Unidos; o hace unos 65 años, cuando en Bélgica se instaló la exposición de un «zoológico humano» en el que se mantenía a los negros en jaulas para que el público los observara. En el siglo XX, los «zoológicos humanos» recibieron también a visitantes racistas en Estados Unidos, Inglaterra y Alemania.